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Para nuestra pulsera necesitaremos tales materiales: una pieza de un viejo cinturón blanco (la base de la pulsera), cuentas negras, cuadrados plateados de pegamento, tijeras, punzón, pegamento e hilo con una aguja de cuentas. Colores que puedes cambiar y elegir el tuyo.
En primer lugar, tomamos nuestro viejo cinturón blanco y lo envolvemos alrededor del brazo dos o tres veces (depende del brazalete que desee de dos o tres capas), cortamos la parte innecesaria. Luego hacemos varios agujeros con un punzón, para que posteriormente, el brazalete pueda usarse con calma como un reloj, pero sin temor a que el broche se rompa. A una distancia de 3-4 centímetros con cuadrados de pegamento, puede hacerlo directamente, o puede desplegarlo en forma de rombo, como se muestra en las siguientes fotografías.
Ahora haz el primer punto. Recolectamos 12 cuentas negras en una aguja con un hilo, las estiramos a lo largo de la diagonal y las fijamos en el reverso, como se muestra en la siguiente foto. Nota Bene! Recuerde que cuando necesite cambiar el hilo, no debe enrollar una bobina enorme, es suficiente esa longitud que envolverá parte de su mano hasta el codo, de lo contrario se enredará y se romperá.
El esquema de esta puntada es muy simple, porque solo necesita hacer puntadas en zigzag en todo el brazalete.
Cuando hayamos terminado con el primer zigzag, procedemos al zigzag inverso. Hacemos este procedimiento para que obtenga diamantes alrededor de las piedras de pegamento.
¡Felicidades, tu pulsera está lista! Todo lo que te queda es vestirlo y usarlo con orgullo con tus manos. Además, tal pulsera no es una vergüenza para regalar a los amigos como recuerdo.
Si toma los mismos colores que en esta clase magistral, tenga en cuenta que el brazalete se ajustará tanto a un reloj blanco como a uno negro. El brazalete le dará armonía y un poco de modesta elegancia a tu look en general.
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